La mañana de este martes 29 de octubre, las autoridades, docentes y estudiantes del Tec Azuay vivieron una jornada vibrante de interculturalidad y reflexión como parte de la celebración del mes de la afroecuatorianidad.
Con la presencia de Nila Aguiar y Mama Yama, representantes del Movimiento Afro del Azuay, este espacio se convirtió en un encuentro enriquecedor que invitó a toda la comunidad académica a sumergirse en la historia, los saberes y la resiliencia del pueblo afroecuatoriano.
La jornada comenzó con un conversatorio en el que se abordaron los desafíos históricos que enfrenta la comunidad afrodescendiente y la importancia de dejar de lado estereotipos que limitan la comprensión y el respeto hacia su cultura.
En sus intervenciones, Nila Aguiar y Mama Yama inspiraron a los asistentes, señalando la necesidad de reconectar con las raíces ancestrales y subrayaron cómo, en estos espacios, es posible construir una sociedad que valore su diversidad y practique el respeto mutuo.
Uno de los momentos más significativos fue un ritual de agradecimiento a los ancestros. Autoridades, docentes y estudiantes participaron activamente, sintiendo la energía y la conexión con la tierra y los que han pasado antes.
Priscila Ávila Larriva, rectora del Tec Azuay, destacó la importancia de esta reflexión colectiva, mencionando cómo este tipo de actividades enriquece a toda la comunidad académica, integrando conocimientos, valores y nuevas perspectivas.
Además del conversatorio, esta jornada también fue el marco de la inauguración de un mural realizado por 40 estudiantes del Tec. Este mural, un verdadero canto visual a la tierra, es una obra colaborativa que refleja los saberes ancestrales, los colores y los símbolos de un Azuay diverso.
Los estudiantes, con el apoyo de Ana Piedra, coordinadora de Vinculación, Elisa Quizhpe, docente de Lengua Ancestral, y el arquitecto Jaime Quezada de la Universidad Católica de Cuenca, unieron esfuerzos en un acto de minga, entrelazando esfuerzo, creatividad y raíces comunes.
Este mural no solo representa la interculturalidad, sino que es un espacio de transmisión de conocimientos ancestrales y de valores comunitarios, donde se reafirma el compromiso de construir un ambiente inclusivo que integre diversas cosmovisiones y prácticas culturales.
En sus palabras finales, la rectora Priscila Ávila resaltó la relevancia de la interculturalidad y el trabajo conjunto como bases para una educación que reconozca y valore nuestras raíces multidiversas, generando un Tec Azuay inclusivo y consciente de la riqueza que cada cultura aporta.
COMUNICACIÓN Y RRPP
TEC AZUAY